domingo, 26 de febrero de 2012

Sí, vengo por la entrevista...

Estuve trabajando en una empresa hasta hace poco. Antes de contar los pormenores, voy a hacer hincapié en la historia que precede a este desenlace... Cuando fuí a la entrevista para esta empresa, fuí de traje. Cuando entré a las oficinas, me sentí más descolocado que Justin Bieber en Asegard. Las paredes estaban llenas de grafittis, pasaban pibes en monopatines por todos lados, se escuchaban diversas bandas saliendo del ordenador de algunos trabajadores, etc. Al ingersar, lo primero que se me vino a la mente fué la escena en que Bart va a conocer los interiores de la revista MAD. Todo muy lindo, yo estaba enamorado de la empresa y, al ingresar a trabajar, me enamoré aún más. Teníamos un espacio abierto en el que los fumadores como yo podíamos retozar y charlar, mientras acortábamos nuestra vida, habían snacks todo el tiempo, heladeras con Coca, Fanta, Baggio, Yogurths de diversas marcas, un playroom con una Nintendo Wii, una Nintendo 64 y un metegol... En fin, era el paraíso en la tierra. Lamentablemente, era demasiado bueno para ser verdad... El fatídico día de mi despido, yo me encontraba trabajando en algunos posts cuando de pronto comenzaron a correr rumores de que la guadaña estaba siendo afilada. Al principio nadie creía nada, yo me atiborraba de galletitas y, mientras compraba un pase directo al glaucoma, seguía trabajando. Cerca del mediodía, gente al azar comenzó a levantarse, recoger sus cosas e irse. La sensación era terrible, era como estar en fuego cruzado y estar a la expectativa de cuánto tiempo uno podía seguir esquivando la ráfaga enemiga. Bueno, mi suerte no duró demasiado, me citaron a la oficina de recursos y ahí fué cuando comenzó el discurso del encargado de mi área: "Bla bla, que trabajás re bien, bla bla, pero la empresa se está restructurando, bla bla, soy un gordo gil y si te echo voy a tener más plata para comprar merca". Bueno, con el corazón destrozado, me escoltaron (sí, como un guardia que me lleva a la cámara de gas) a mi lugar, esperaron a que levante mis cosas y me mostraron la salida. Ese día habían despedido a un total aproximado de 70 personas. Hace menos de una semana, uno de los amigos que me quedó de ese trabajo me llama y me dice: "Che, Capitán, ahora pertenezco a tu club... Me rajaron... A mí y a varios más...". Ahondando, pude ver que el total de despedidos había llegado a (según mis cálculos) unos 400. Bueno, pero lo terrible no acaba ahí. como yo me había quedado sin trabajo, volví al terrible universo de la búsqueda laboral. Lo cual, día a día, alimenta mi motor de la indignación con combustible de primera calidad. La verdad que no entiendo a los ineptos que ponen los conceptos de búsqueda. Dicen cosas como: Se busca joven hasta 25 años con 5 años de experiencia en Química termonuclear y manejo de Robots. Se apreciará conocimientos de nanotecnología y neurocirugía, preferentemente con Alemán Nativo. Y yo digo... Por qué no me agarrás la verga, la untás con casancrem, la ponés en una sartén, la gratinás, la condimentás con nuez moscada y canela, la freís durante 10 minutos y te la comés toda? Váyanse todos a lavarse bien el culo, entiendan que la experiencia e algún lado se gana, cómo carajo prentenden que tenga experiencia previa en algo si nadie quiere que la tenga porque tengo que tener experiencia previa a eso para ingresar? Las empresas Argentinas, en su gran mayoría, están sustentadas por algún boludo que la maneja desde Caribou con su IPad, mientras una Haitiana le masajea la próstata. Me indigna ver como le niegan a la gente la oportunidad de crecer por prejuicios idiotas y poco productivos, mientras que por otro lado profesan su zurdismo y amor por la gente. Las personas, en rasgos generales, son una manga de idiotas. Ahora, en este mismo momento, hay miles de empresarios que duermen tranquilos en su quinta construída por Indios Tobas, mientras yo me siento en mi humilde y rechinadora sillita a desearles cáncer y necrosis localizada a cada uno de ellos.
Dicho todo esto, sigo en la búsqueda laboral mientras deseo que Indiana Jones entre a mi casa escapando de los Nazis y me dé alguna joya pre-colombina para que la cuide. Pobre Indiana, porque de ser así, no pasan 20 minutos que ya estoy yendo al tasador que va China Zorrilla.
Me despido una vez más, pero antes recuerden: Si encuentran a Pikachu, no lo hagan evolucionar, porque Pikachu es re difícil de encontrar y después a Raichu lo encontrás hasta en el vuelto del bondi.

Bitácora del Capitán Pelotudo N°4

4 comentarios:

  1. Todas las situaciones de la vida tienen un ejemplo en Los Simpsons! Leo.

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  2. Amen. A ver para cuando mas vitacoras.

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  3. JAJAJAJAJAJJ me cagué de risa y me sentí muy identificada con la parte deprimente de buscar laburo.. T_T

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  4. Esa sí que es una verga muy condimentada.

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