A las 18.30, de Lunes a Viernes, en el canal O Globo daban Los Caballeros del Zodíaco. No entendía un carajo de qué hablaban, pero me encantaba verlos correr y aporrearse. Me costó varios capítulos entender quiénes eran los buenos y quiénes los malos y me costó mucho más entender que Andrómeda y Afrodita eran hombres. Pero al menos eran solamente dos personajes los que me hacían dudar. Estamos hablando de una maravillosa época donde los dibujos trataban de hombres que arreglaban las cosas con piñas y eran brutales. Una época donde todos nos sentábamos con los brazos en alto para darle a Goku un poco de nuestra energía y así derrotar de una vez a Freezer, que ya había durado muchos capítulos. Una época en la que Conan tenía su propia serie animada y castigaba a los malos a fuerza de puntapiés y mandobles de espada. Una era en la que hasta los felinos eran brutales y combatían contra antiguas fuerzas del mal. Tiempos dorados que, al parecer, nunca regresarán. Hoy uno se sienta a buscar un animé y se encuentra con un surtido increíble de mierdas. Un ninja zorro que de ninja tiene menos que de japonés. Rubio y de ojos claros, el muchacho resuelve las peleas con poderes chotísimos y gritando el nombre de las técnicas. No se suponía que los ninjas asesinaban desde el anonimato y la oscuridad? Bueh... Sigamos. Por otro lado tenemos Bleach. Una serie a la cual (vaya Dios a saber por qué) le dí una oportunidad de 40 episodios para que me convenza. No lo logró, obviamente. La particularidad que suelo encontrar en estas series nuevas e interminables es que si agarrás la peluca de un personaje y la intercalás a cada uno de los otros, son exactamente iguales. Ya el diseño de personajes de la mayoría de las series nuevas parece hecho con menos ganas que una reunión familiar. Las historias son cada vez más lineales y predecibles, los buenos y los malos están muy delimitados por su personalidad. Vamos, un tipo con los ojos rojos, colmillos sangrantes, alas de murciélago... Nadie sospecharía nunca que es el malo, no? Vamos a invitarlo a tomar un café con muffins y hablar de nuestros años juntos en la colonia de vacaciones... Y el personaje principal se diferencia casi siempre por dos cosas: o es el tipo super idiota y torpe que le sale todo mal pero que tiene buen corazón, o es el reo que quiere hacerse el malo pero tiene mucho honor. Vamos, gente, es todo lo que hay en el mundo? Dónde está el tipo que sólo busca venganza más allá de salvar al mundo o salvar Mc Donalds? Dónde está la mina ventajista que se aprovecha de la situación? Dónde está el malo que en un principio es bueno pero se cambia de bando y los mata a todos? Versatilidad, gente! Por favor! Y ni hablar de los hombres, cada vez son menos hombres. Sus cuerpecitos frágiles y andróginos, sus pelitos tapándoles la carita suave y encremada, se la pasan dando saltos y agitando su ultra fashion gabardina. Carajo! Rambo tenía más mugre en la nariz de la que jamás tendrás bajo tu cama! Y todo esto me lleva al motivo de este post... Saint Seiya Omega.
Los personajes parecen todos minitas, las armaduras parecen de celofán, hasta hay una minita que en su armadura tiene una falda!!! Y si un tipo ganaba esa armadura qué onda? Tenía que ser escocés o quedaba mal... La armadura de Sagitario está tan simplificada que podrían hacer un juego de family, poner esa armadura y ni siquiera estaría pixelada. Además, me molesta muchísimo que la gente no acepte esto, ha llegado a mis oídos la frase: "Que no jodan estos puristas". Puristas? Pues, mierda, llámame purista si quieres, perra, pero defiendo lo poco bueno y puro que queda en este mundo! Tengo mucho miedo que el día de mañana se pongan a hacer Hokuto no Ken Tuvieja y me tenga que comer a un Kenshiro muerto de hambre, con el pelo largo y con ansiedad de visitas anales. Yo crecí con esta clase de cosas y siento que ofenden a mi infancia cuando suceden. O vamos, a cuántos de ustedes les gustó la nueva serie de los Thundercats donde nos encontramos a un Leono con un culo muy preguntón? Está bien, el mundo avanza, las cosas se modernizan. Pero si es así, agarrá tu puta idea de caballeros sobaquenas y que vayan a defender a Utena de los estilistas que quieren que se parezca más a una mujer. Si quieren ser modernos, hagan series nuevas, no agarren clásicos y los mutilen sólo para atraer a las nuevas generaciones, porque de este modo termina sucediendo lo siguiente: "Me gusta el animé" "Animé? Eso de los ojos grandes? Como Naruto?" "No, como Naruto no, como tu vieja, la concha bien de tu hermana la puta de Babilonia!". Entonces, nosotros dejamos que estas cosas sucedan. Dejamos que la cumbia villera suceda, dejamos que los Wachiturros, que Rebelde Way, que Avatar, que El cienpiés humano, que Cristina suceda. Así que tratemos de ser coherentes y la próxima vez que veamos una película donde Thor se enamora de una humana y Freya ni figura, sepamos que nosotros dejamos que suceda.
Y recuerden, más vale Alf en el Garage que Björk en concierto.
Bitácora del Capitán Pelotudo N°5
A tomar por culo si molesta!
